Este acuerdo de colaboración fue firmado entre un profesional independiente (freelance) del sector químico y una empresa especializada en la fabricación de productos de limpieza. El acuerdo reflejaba la intención del freelance de comercializar productos bajo su propia marca registrada, que serían fabricados por la empresa siguiendo sus especificaciones técnicas.
Entre los puntos más importantes del acuerdo, se destacaron las siguientes obligaciones:
El resto de los aspectos del acuerdo, como las condiciones comerciales, cláusulas de no competencia, confidencialidad y resolución de conflictos, se ajustaron a las prácticas habituales en este tipo de colaboraciones.
Gracias a la buena predisposición de ambas partes, la formalización del acuerdo se completó en solo siete días.