Hace unos días Reuters publicó la noticia de un juez federal de Florida, el juez Casey Rodgers ordenó al director ejecutivo de 3M, Mike Roman, que asistiera personalmente a las sesiones de mediación que se estaban desarrollando en Pensacola, destinadas a resolver la larga batalla legal que enfrenta en Florida a 3M con más de 200.000 militares que alegan que los tapones para los oídos defectuosos de 3M, dañaron su audición. La mediación hasta ahora ha sido «alentadora», pero se requiere la asistencia de Roman para garantizar que el directorio de 3M tenga «conocimiento de primera mano del estado actual de las negociaciones» al evaluar cualquier oferta de acuerdo, dijo Rodgers.
Traigo este reciente caso de mediación, con relativo impacto mediático por la notoriedad de las contrapartes afectadas, porque pone de manifiesto, la importancia que tiene para que una mediación sea eficaz, que los interlocutores sean las personas que realmente tienen capacidad de decisión. El juez Rodgers ha entendido que, aunque «las discusiones de mediación habían progresado, se encontraban en un punto crítico en que era imprescindible que estuvieran presentes los líderes representativos más importantes. “Roman debe asistir personalmente, escuchar e interactuar directamente, con conocimiento de primera mano».
En las negociaciones empresariales al uso algunos asesores jurídicos son reacios a que los representantes legales de la compañía, CEO`s, directores, presidentes, estén presentes y formen parte activa del proceso. Prefieren que permanezcan al margen de este, no sea que “metan la pata”, siendo ellos, los abogados los únicos interlocutores. Puede ser que, en las fases preliminares del proceso de mediación, donde se plantean los problemas, cuando la situación puede ser muy tensa y pueden aflorar las emociones, sobre todo si intervienen factores personales y las conductas negativas están a flor de piel, sea preferible que los directamente afectados no estén presentes, pero una vez que esta primera fase ha pasado, que las partes demuestran que están dispuestas a avanzar en el proceso, la intervención de los responsables puede ser vital para llegar a un acuerdo.
Porque en un proceso de mediación empresarial intervienen muchos más factores que los propiamente jurídicos, la participación directa de los lideres de las compañías tiene ventajas significativas:
Permite a los responsables afectados a que puedan expresar sus preocupaciones, intereses y necesidades directamente a las otras partes involucradas, lo cual genera una mayor empatía, que puede permitir abrir el camino al entendimiento entre las partes.
Se aseguran de que comprenden la perspectiva de la otra parte, de tal forma que puedan enmarcar discusiones y propuestas sobre lo que cada parte podría ganar, centrando las discusiones en las ganancias en lugar de las pérdidas.
Aumenta la percepción de control y empoderamiento, ya que tienen la oportunidad de tener voz y participar activamente en la búsqueda de una solución.
Pueden comprobar de forma directa que sus intereses y preferencias están correcta o suficientemente representados.
Cuando en un proceso de mediación parece que las dos partes están tan alejadas que las probabilidades de llegar a un acuerdo parecen muy bajas, posiblemente porque cada parte tenga puntos de vista y justificaciones muy diferentes, cobra todo su sentido la participación directa de los directivos ejecutivos que permita salir del bloqueo. ¿por qué?. Porque en estas circunstancias, sabemos que al final para llegar a un acuerdo se va a tener que realizar diferentes concesiones a la posición inicial, de la misma manera que se espera que la otra parte realice concesiones respecto a sus primeros planteamientos.
Aquí los abogados tienen un papel importante, asesorando e informando a sus representados, aclarando dudas y haciendo sugerencias sobre las alternativas de solución, que permitan resolver los conflictos de manera más eficiente. Y los mediadores asegurando que ningún tipo de cesión por ambas partes, por nimia que sea, sea fruto de una imposición, con independencia de que ésta acabe aceptándose o no, por quien se haya en una posición de mayor debilidad.
La mediación tiene unos límites dentro de los cuales ambos negociadores actúan y que son diferentes para cada uno de ellos. Estos límites son flexibles y se van adaptando conforme se desarrolla la negociación, por tanto, ¿quién mejor que los interesados directos en la resolución de la disputa, para valorar la oportunidad de las concesiones, que en un primer momento pudieran parecer impensables, pero que puedan ser aceptadas en el devenir de la negociación?. Ellos tienen capacidad para modificar los límites de la negociación pasando de un “no” inicial para convertirse en un “sí” final.
Seguramente esta fue la razón principal del juez Rodger de exigir la participación del CEO de 3M en la mesa de mediación.
Jorge Miralles Andress
Mediador Corporativo / Economista
CEO-Fundador Acordemos
Vocal AMM