En la etapa inicial de una empresa existe un alto grado de ilusión, empuje y ganas de sacar adelante la empresa. En este ambiente de optimismo no se suele prever situaciones difíciles que el día a día empresarial va a traer, ni se plantean de forma previa, como resolver estas situaciones y como actuaran los socios ante unas determinadas circunstancias.
Tenemos numerosos ejemplos en que las difíciles relaciones entre socios ponen en peligro la continuidad de la empresa, por una inadecuada gestión de sus desavenencias, sea por celos profesionales, conflictos de intereses, guerras de poder o viejas rencillas que provocan que los pares no siempre vean en su colega a un aliado. En esos momentos es importante mantener la cabeza fría y los ojos puestos en los resultados. Recordar el compromiso adquirido entre los socios y valorar el esfuerzo realizado hasta ese momento. No tirarlo todo por la borda ante el primer obstáculo.
SociosEs esencial aclarar de antemano que se espera de cada uno de los socios, definir las responsabilidades y valorar las aportaciones respectivas. Establecer normas y líneas de actuación claras para evitar que uno se inmiscuya en el trabajo del otro.
Muchos de estos problemas parten de la dificultad para relacionarse de una forma efectiva y saludable. No es costumbre que nos enseñen cosas tan elementales como comunicarnos sin hacer daño, pensar de forma crítico-constructiva o resolver problemas con agilidad y visión de perspectiva. En los talleres que hemos impartido invitados por CEU Alumni, hemos compartido precisamente, las técnicas necesarias para gestionar desacuerdos y disputas dentro de la empresa, de una forma positiva, que mantenga las relaciones profesionales y resuelva de forma eficaz los conflictos.
Acuerdo sociosPero además de la necesaria formación en técnicas de gestión de conflictos, para prevenir cualquier imprevisto que pudiera surgir durante la vida del negocio, es recomendable disponer de una herramienta legal que, sin lugar a duda, consideramos muy práctica y tremendamente eficaz, y que, en la mayoría de los casos, solucionan situaciones problemáticas que por la rigidez y por la limitación de los estatutos sociales, no pueden ser incluidos en éstos. Nos referimos al denominado “Acuerdo o Pacto de Socios”.
PACTO DE SOCIOS
Para la elaboración del Pacto de Socios, desde nuestra propia metodología, recomendamos partir de una hoja en blanco, donde se recoja la visión de funcionamiento de la sociedad y de las necesidades organizativas de sus partícipes, que a priori les interesa o preocupa, como: ¿Y si uno de los socios administradores se desentiende de la gestión empresarial? ¿Y si los socios dejan de estar alineados en cuanto a la estrategia? ¿Y si fallece uno de los socios? ¿Y si llega un comprador?...
Es imposible cerrar todas las puertas, pero existen muchas situaciones que pueden regularse fácil y adecuadamente mediante cláusulas desarrolladas en un Pacto de Socios. Estamos hablando de situaciones como la forma de administrar la empresa, la composición de los órganos de dirección, la remuneración de los socios administradores, la política de dividendos, la toma de decisiones estratégicas, prever la situación cuando un socio abandona el proyecto, regular las aportaciones de cada socio en tiempo y dinero, resolver las situaciones de crisis, etc.
Es preferible redactar el Pacto de Socios al comienzo de la actividad, pero en el caso que no se haya realizado, es recomendable en cualquier momento de la vida de la empresa de tal manera que nos anticipemos en lo posible a situaciones y problemas que puedan poner en riesgo la continuidad del proyecto.
Para elaborar un Pacto de Socios viable, es aconsejable que los socios dediquen todo el tiempo que sea necesario, y sobre todo busquen el acompañamiento de un profesional ajeno a la empresa, independiente y neutral que facilite la comunicación entre ellos, que les permita articular de forma adecuada el máximo de necesidades propias y de la empresa, y les pueda aportar todas aquellas cuestiones que por su experiencia profesional puedan complementar el acuerdo.
Es difícil anteponer los intereses de la sociedad a los propios, pero la experiencia nos dice que una pelea entre socios causa tanto daño que hace que todos pierdan. Cuidar estas situaciones desde el principio ahorra mucho tiempo, dinero y también muchos disgustos. A la vista de todo lo anterior, podemos concluir que el Pacto de Socios es una herramienta imprescindible para regular las diversas y cada vez más complejas relaciones que se plantean en el marco de los proyectos empresariales y facilitar una solución a eventuales conflictos que pudieran surgir en su desarrollo.
Jorge Miralles Andress
Mediador empresarial / Eonomista