Hablemos del país que hablemos, es bastante habitual que, ante un conflicto económico o empresarial, las pymes acaban recurriendo a los tribunales, o bien abandonando la disputa por imposibilidad física o material, sin explorar un acuerdo extrajudicial a través de la mediación, que podría haber sido menos traumático para todos las partes.
Las grandes empresas cuentan con un departamento legal propio desde el que gestionan los conflictos y disputas, pero un pequeño empresario, “freelance” o autónomo, cuando se tiene que enfrentar a una controversia, sea con sus socios, con alguno de sus trabajadores, o con proveedores y clientes, su tamaño en muchas ocasiones no le permite contar con las mismas armas de defensa, ni el tiempo necesario. El empresario necesita centrarse en la actividad productiva o comercial de su negocio.
Por otra parte, cuando el litigio genera, además, unos costes desproporcionados, por la necesaria intervención de abogados, peritos, informes y demás profesionales intervinientes, en comparación con el valor de la disputa, el dilema que se ofrece es crítico,
En todos los casos, máxime cuando se producen este tipo de situaciones, la mediación es la opción que ofrece la posibilidad de resolver la controversia de forma mucho más eficaz y lo que también es importante, económicamente asequible para la pyme.
Numerosas personalidades, como Christian Lemke, miembro del Consejo de las Asociaciones Legales y la Abogacía de Europa (CCBE), que afirma respecto a la mediación, que este método de resolución de conflictos “da muy buenos resultados”, o Gonzalo Said, presidente de la Comisión de Ética y Relaciones Internas de SOFOFA (Chile) que manifestó últimamente, “La mediación es una herramienta que nos ayuda a todas las partes a intentar resolver los conflictos que tenemos, a través de un proceso de diálogo, de una manera expedita, evitando así judicializar los conflictos y todos los costos asociados al mismo”, nos confirman que la mediación es una alternativa a la vía judicial que ofrece a la pyme un vía de resolución con tres importantes ventajas, ya que el proceso es:
• Más rápido, pues la experiencia nos demuestras que las resoluciones se aprueban en menos de un mes en la mayoría de los casos.
• Más barato en todos los casos, porque intervienen menos actores, aunque el coste dependa de la dificultad de la controversia.
• Ejecutable, un acuerdo a través de un proceso de mediación es de obligado cumplimiento para las partes, y su quebrantamiento se puede llevar ante los tribunales.
Cuando la pyme se encuentra ante un conflicto y desea encontrar una solución, le merece la pena intentar lo primero, llegar a un acuerdo, y para ello la mediación será su mejor aliada para la resolución del conflicto de forma satisfactoria.
Jorge Miralles Andress
Mediador empresarial/Economista